En la primera parte de nuestra serie de aprendices os hemos presentado a Sophia y Obih. Ambos nos han contado por qué han venido a Dräger MSI y a qué retos se enfrentan en relación con la pandemia. Hoy, ambos nos hablan de un día típico en Dräger MSI y cómo trabajan aunando esfuerzos: juntos, como un equipo.
Como aprendices en Dräger MSI, es algo muy especial cuando ambos se encuentran ya que, dependiendo de la enseñanza por bloques, a veces Sophia y Obih no siempre coinciden en la sede de la empresa en Hagen. Cuando trabajan juntos, van juntos al trabajo, puesto que ambos viven en la misma ciudad, ¡verdaderos jugadores de equipo!
En un día típico, se pasa a la fabricación de diferentes medidores de Dräger MSI, como p. ej. el FG7500 o el P7-TDX. Ahí no solo se «casan» los diferentes componentes individuales entre sí, sino que en parte también se programa.
«No hay dos días iguales. O monto algo, o sueldo, o incluso programo. Es como en la industria automovilística, sin software aquí apenas se puede hacer nada», afirma Obih.
Un intercambio constante
Para Sophia, el intercambio regular con los compañeros también es muy importante:
«Cuando nos vemos, siempre comentamos los últimos contenidos didácticos aprendidos. Especialmente el intercambio entre Lübeck y Hagen siempre nos aporta impulsos nuevos a ambos».
Y es que un día típico no es realmente un día típico en Dräger MSI, sino que siempre está lleno de tareas y contenidos didácticos nuevos. Además, los aprendices también recorren varios departamentos en Dräger MSI que contribuyen a su formación. Así, Sophia y Obih no solo están activos en la fabricación, sino también en el departamento de desarrollo. Ahí aprenden, entre otros, cómo los productos innovadores se desarrollan y evolucionan.
En la siguiente parte de nuestra serie, os presentaremos el oficio de electricista para sistemas y aparatos. ¡Estad atentos!